ego.
Por Diego Enríquez Macías
Como dije, no tienen por qué leerme. De verdad, no tienen obligación alguna. Es más, les recomiendo no lo hagan. Después de todo no necesito lectores. Me encanta regocijarme en mi solitaria amargura. Oh sí, claro. Me encanta la soledad. ¿Verdad?
Éste es un espacio para mí solito. No necesito a gente que quiera leer sobre jazz, músicos franceses o compositores rusos locos. Tampoco creo que haya alguien que le interese leer mis absurdas opiniones sobre alguno que otro libro que haya leído en el baño, o que si Los Infiltrados de Scorsese es mejor que la hongkonesa de la que parte el refrito. No creo que algo de eso interese a alguien.
¿Y qué es eso de “
En esta ocasión, Mis cosas favoritas, My favourite things, la pongo precisamente como una anticipación a hablarles de lo que me gusta, mis preferencias. Y a manera de presentación de esta columna, les anticipo que una de mis cosas favoritas es precisamente la música. El jazz, sobre todo, por lo que advierto que muchas veces, los aires que van a soplar por aquí van a ser bien, pero bien jazzeros.
Me encanta la soledad. Me encanta escribir y renegar sobre el grado de descomposición social al que hemos llegado, reflejado esto en la calidad de contenidos en la televisión hoy en día y sobre todo, de una de las máximas expresiones culturales y huellas imborrables del hombre contemporáneo: el reggaetón (demonios, con horror descubro que hasta el corrector ortográfico de Word acepta la palabra).
Me encanta la soledad de mi columna. ¿Seguro? De acuerdo, no. Regresen. Léanme por favor. Les puedo hablar de Belanova y los cumbia kings, las películas de Adam Sandler y el resumen de la telenovela de las nueve. Bueno, no es para tanto. Pero si ya llegaron hasta aquí, invito a que me sigan leyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario